Bienvenidos
En este blog encontrarán información importante: generalidades de la materia, hoja de ruta, material adicional, trabajos prácticos, links, etc. que utilizaremos en Inglés I y II.
En caso de no poder asistir a alguna de nuestras clases, lo publicaré por este medio.
Espero que lo encuentren de utilidad.
Muchísimas gracias.
Carolina
martes, 20 de octubre de 2015
miércoles, 14 de octubre de 2015
Chaucito
Chau
Es curioso que esta rápida forma de despedirse tenga relación con la
esclavitud. La clave está en la palabra schiavo
que en la antigua Italia era una manera de decir adiós. Algo similar a lo que
ocurre en español con servidor que algunas personas emplean para señalar
cortésmente que están a disposición de otros, tratamiento que subsiste en la
fórmula Su seguro servidor, habitual en el cierre de
ciertas cartas formales. (En algunos países europeos se dice servus, siervo, con análogo sentido.)
Con el tiempo, schiavo quedó
abreviado como ciao (ciau, en genovés) y pasó a nuestro país
como chau, modo informal de despedirse que resume en una sílaba el “hasta
pronto” o “hasta la vista”. Chau
agrega énfasis al adiós, como sucede cuando un romance o una amistad terminan
bruscamente. O liquida una esperanza, como lamenta Cadícamo en “Anclao en
París”: “Acaso una noche me encane la
muerte y chau Buenos Aires, no te vuelva a ver”.
Los argentinos hemos encontrado también la
manera de endulzar las despedidas y cuando queremos que todo resulte más suave
nos valemos del chaucito. Un adiós en
diminutivo que expresa junto con la pena el deseo de un reencuentro.
Entonces, simplemente, chaucito.
Carolina
(De: Héctor
Zimmerman (2008) Tres mil historias de
frases y palabras que decimos a cada rato. Aguilar.)
“The Little Prince” by Saint Exupery
"Goodbye," said the fox. "And now here is my secret, a very simple secret: It is only with the heart that one can see rightly; what is essential is invisible to the eye."
"What is essential is invisible to the eye," the little prince repeated, so that he would be sure to remember.
"It is the time you have wasted for your rose that makes your rose so important."
"It is the time I have wasted for my rose--" said the little prince, so that he would be sure to remember.
"Men have forgotten this truth," said the fox. "But you must not forget it. You become responsible, forever, for what you have tamed. You are responsible for your rose . . ."
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